Mantener nuestros pisos limpios y relucientes requiere algo más que ganas: también es clave contar con los materiales y productos de limpieza adecuados. Ya sea que tengas cerámica, porcelanato, madera o cemento, cada tipo de superficie necesita cuidados específicos.
En esta guía te contamos qué herramientas usar, cuáles productos conviene tener siempre a mano y cómo combinarlos de forma segura y efectiva. Si buscás saber qué productos usar para limpiar el piso o querés armar tu kit ideal de limpieza, este post es para vos.
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Herramientas Manuales Esenciales
Estas son las herramientas básicas que no pueden faltar para la limpieza diaria y el mantenimiento manual de tus pisos:
Lampazo:
Herramienta con cabeza de tiras absorbentes, ideal para limpiar y secar pisos. Se usa con balde y es útil para remover suciedad y humedad de superficies lisas. Es práctico en espacios amplios y de uso frecuente en hogares y oficinas.
Balde:
Recipiente indispensable para cargar agua y productos de limpieza. Algunos vienen con escurridor incorporado, facilitando el uso del lampazo o fregona. Permite preparar soluciones de limpieza y transportar líquidos sin derrames.
Escoba:
Elemento básico para barrer y eliminar polvo, pelos o residuos sueltos del piso. Las hay de cerdas suaves para interiores o duras para exteriores. Puede usarse en todo tipo de superficies antes del fregado húmedo.
Recogedor:
Complemento de la escoba, sirve para juntar y desechar el polvo y residuos que se han barrido. Algunos modelos tienen mango largo para mayor comodidad y evitar agacharse, ideal para mantener la higiene diaria.
Cepillo de cerdas duras:
Herramienta manual para fregar pisos con manchas difíciles o suciedad adherida. Sus cerdas resistentes permiten aplicar presión sin dañar la superficie. Útil en baldosas, patios o superficies rugosas.
Fregona:
Similar al lampazo, pero con cabeza redonda y más compacta. Se utiliza para trapear pisos con agua y detergente. Se acompaña de un balde con escurridor para facilitar el trabajo. Es muy común en limpieza doméstica.
Trapo de piso:
Paño grande y absorbente, ideal para limpiar o secar pisos manualmente. Se usa junto con el pie o una escoba para pasar por superficies amplias. Es reutilizable y puede lavarse tras cada uso.
Esponja:
Útil para limpiar manchas localizadas o rincones del piso. Puede tener una cara suave y otra abrasiva, según el tipo de suciedad. Ideal para limpiezas detalladas o cuando se necesita aplicar productos específicos.
Guantes:
Protegen las manos del contacto directo con productos químicos y suciedad. Se recomienda usar guantes de goma o nitrilo para evitar irritaciones o accidentes durante la limpieza.
Paño de microfibra:
Trapo suave, muy absorbente y no abrasivo, ideal para limpieza detallada y secado de superficies. Atrapa el polvo sin levantarlo, y puede usarse seco o húmedo en pisos delicados como parquet o cerámica.
Pulverizador:
Botella con atomizador que permite aplicar limpiadores de forma controlada sobre el piso. Ideal para esparcir productos desinfectantes o soluciones caseras. Facilita el uso moderado del líquido y evita el exceso de humedad.
Mopa:
Herramienta con base plana y recubierta de microfibra o tela especial. Sirve para limpiar en seco o con líquidos. Es ideal para pisos delicados ya que no raya, y cubre grandes superficies con rapidez y eficacia.
Escobillón:
Cepillo largo y ancho con cerdas duras o suaves, según el tipo de piso. Se utiliza para barrer suciedad más pesada o frotar superficies. Muy útil en veredas, patios o zonas de mucho tránsito.
Rasqueta:
Herramienta plana con filo que permite remover restos de pintura, goma, pegamento o grasa del piso. Es útil para limpiezas puntuales y detalladas, cuidando de no rayar superficies delicadas.
Cubeta con escurridor:
Versión mejorada del balde, incorpora un sistema para escurrir lampazos o fregonas sin usar las manos. Optimiza el tiempo de limpieza y reduce el contacto con agua sucia o productos químicos.
Herramientas Eléctricas para Limpieza Profunda
Para tareas más exigentes o superficies amplias, las herramientas eléctricas son grandes aliadas:
Aspiradora:
Dispositivo eléctrico que succiona polvo, pelos y residuos sólidos. Muy eficaz en alfombras, pisos flotantes o cerámicos. Algunos modelos incluyen función de soplado o filtros especiales para alérgenos.
Hidrolavadora:
Máquina que lanza agua a presión para remover suciedad adherida en pisos exteriores como patios, garajes o veredas. Ahorra tiempo y esfuerzo, ideal para limpiezas profundas sin necesidad de productos químicos agresivos.
Cepillo eléctrico:
Herramienta motorizada con cabezales intercambiables, ideal para fregar pisos con mínima fuerza manual. Acelera la limpieza en zonas difíciles y permite un trabajo más uniforme en superficies amplias o irregulares.
Productos Químicos y Naturales para Limpiar el Piso
La elección del producto adecuado dependerá del tipo de piso y la suciedad a tratar.
Detergente líquido:
Producto multiuso que elimina grasa y suciedad general. Se diluye en agua y es seguro para la mayoría de los pisos, aunque no siempre es desinfectante. Es ideal para limpiezas cotidianas.
Desinfectante líquido:
Elimina bacterias y virus. Se usa diluido o puro, según el tipo. Algunos tienen fragancia agradable. Es esencial para mantener la higiene, especialmente en baños, cocinas y pisos de alto tránsito.
Limpiador específico para pisos (lavanda, pino, etc.):
Productos formulados para limpieza y brillo de pisos, con fragancias duraderas. Algunos incluyen desinfectantes. Son seguros para cerámica, porcelanato, vinílico, entre otros.
Cloro (hipoclorito de sodio):
Poderoso desinfectante y blanqueador. Muy eficaz pero corrosivo, se debe diluir correctamente y evitar en pisos delicados. No se recomienda mezclar con otros productos.
Vinagre blanco:
Producto natural con propiedades desinfectantes y desodorizantes. Ideal para pisos de cerámica, baldosas o madera sellada. No deja residuos tóxicos y es una opción ecológica.
Bicarbonato de sodio:
Polvo multiuso para eliminar olores, manchas y grasa. Se puede usar solo o combinado con vinagre. No raya y es ideal para limpiezas profundas sin dañar superficies.
Limpiador antigrasa:
Fórmula potente para remover grasa pegada, ideal en cocinas o pisos con restos de aceite. Suele ser más fuerte que un detergente común, por lo que conviene enjuagar bien después de usarlo.
Limpiavidrios o multiuso en spray:
Aunque pensado para vidrios, también se usa en pisos brillosos para eliminar marcas sin dejar residuos. Aplicado con moderación, deja un acabado sin vetas ni manchas.
Ácido muriático (diluido y con extrema precaución):
Producto altamente corrosivo, se usa solo en casos extremos y como último recurso para remover sarro, óxido o residuos minerales muy adheridos. Debe usarse con equipo de protección completo, excelente ventilación y solo en superficies muy resistentes como concreto u hormigón rústico, siempre siguiendo las instrucciones y precauciones.
Limpiador en seco (tipo spray o paños húmedos):
Pensado para mantener la limpieza sin necesidad de mojar el piso. Ideal para madera, pisos laminados o flotantes. Es rápido, práctico y no requiere enjuague.
Consejos básicos para limpiar el piso
Barré o aspirá a diario para evitar la acumulación de polvo y partículas que rayan. Usá productos adecuados según el tipo de piso, sin exceder el agua en pisos de madera o flotantes. En exteriores, barré hojas y tierra con regularidad. Para pisos de hormigón, un cepillado firme con detergente neutro y, de ser necesario, hidrolavadora ocasional. Siempre enjuagá bien y evitá dejar productos sin remover.
Conclusión:
Tener los materiales y productos adecuados facilita la limpieza y alarga la vida útil de tus pisos. Con un mantenimiento simple pero constante, tus superficies se mantendrán en buen estado por más tiempo. Elegí bien las herramientas y productos según tu tipo de piso y nivel de suciedad, usá con cuidado (especialmente los químicos fuertes) y recordá que una buena limpieza empieza con estar bien equipado.